La lluvia cae, el Sol lanza sus rayos dorados, la tierra agarra... las plantas que día a día crecen, florecen y marchitan. Todo ocurre en el jardín donde nada es eterno, un día sonríen los girasoles, otro llora el sauce, mientras yo espero llegar a ser un árbol.




jueves, 28 de octubre de 2010

Costó pero al final vió la luz del Sol ... =)

En ocasiones, siento como el mundo que me rodea es ajeno a mi, como si yo fuera solo un ojeador del mismo, observando a la niña que juega, al perro que ladra, a las nubes que lloran o al Sol que nos ilumina con su poderosa luz.
Después de una clase de biología sobre los tipos de lípidos, nos sobró tiempo para descansar y como es habitual me puse a pensar. ¿Cómo sería un mundo imposible? Los niños educarían a los adultos, los arboles regarían a las nubes, y así muchas cosas más. Este poema nació con ese pensamiento, y después de ir terminándolo a ratitos, plasmó otra idea diferente que en el punto final inundaba mi cabeza. =)

La búsqueda de la vida.

Caer por una llanura,
nadar por una cascada,
volar por el espacio,
saborear la fresca agua.

Observar la oscuridad,
tocar las estrellas,
cantar en el silencio,
siempre pensando en ella.

Soñar dormido
soñar un sueño.
Soñar despierto
soñar que sueño.

Camino por las nubes
jugando con dragones
sorteando las muñecas
de mil y un cañones.

Te busco sin descanso
en desiertos florecidos
en áridos jardines
sin ti, pero contigo.

Attua Alegre Paiz =D
¿Cuál es la búsqueda en este mundo tan extraño que observo y del que soy ajeno?

1 comentario:

  1. Te muestro estas citas por si te pueden ayudar en tu búsqueda:

    "El que sólo busca la salida no entiende el laberinto,
    y, aunque la encuentre, saldrá sin haberlo entendido”
    José Bergamín.

    “El laberinto es la defensa mágica de un centro, de un tesoro, de una significación. Sólo se puede entrar en él mediante un rito iniciático, tal como nos lo propone la leyenda de Teseo. Ese simbolismo es el modelo de la existencia humana que se enfrenta a numerosas pruebas para avanzar hacia su propio centro, hacia sí misma, hacia el atman, como dicen en la India. Muchas veces he tenido conciencia de salir de un laberinto después de haber encontrado su hilo conductor en medio de la adversidad. Todos hemos conocido esa experiencia. Pero debo de añadir que la vida no está hecha de un solo laberinto. La prueba se repite una y otra vez.”
    Mircea Eliade.

    Saludos
    Ítaca

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